martes, 12 de mayo de 2009

Todo lo que tengo, cabría fácilmente entre mis manos... un par de sueños, que lucho por un día alcanzarlos. Mis amigos buenos, mi buena fe y un Dios con el que hablo. Un corazón, que siente el dolor al lastimarlo. Pero tengo algo más, y eres tú, y al mirar la luz de tu sonrisa me olvido de todo lo malo que tiene la vida; y mi única alegría eres tú.
Mi dulce amor no me abandones jamás o moriré.
Tú, que rompes mi rutina y haces nuevo cada día, no me abandones jamás,
porque mi única alegría eres tú