domingo, 14 de diciembre de 2008

Me abriste el pecho en dos con un flechazo certero; y espiarte paso a ser una parada mas en mi ruta cotidiana. Una mirada, una semana peleándome por vos, contra mi mundo por vos; durmiendo en soledad se duerme abrazado a los miedos. Y sin tener valor enloquecí a mi alrededor, un baldazo de agua fría, un sueño en pesadilla al ver cerrado el local de ilusión. Y tu tiempo me dijo al oído estoy clausurado para la que no pelea. Hoy ya no existe mas aquella que teme a los abismos y es hoy gracias a vos que mis miedos tienen terror; es tu risa que desarma. Todas mis tropas se rindieron a tu reino de enseñanzas. Sentí que el destino esperaba jugarme a matar o morir. Vencí a ese extraño que supo habitar en mi. Esta mujer sensible no cruza no brazos no cree en refutar leyendas; demostró que tu amor no lo gana cualquiera. Y tu tiempo me dijo al oído estoy clausurado para la que no pelea.